domingo, 16 de mayo de 2010

Me dice ella...

Aguante Deno y ojalá algún día vuelvas.
(21:43) - M A D A M E: deno NO ESTUVISTE VIVIENDO LA VIDA LOCA!
estuviste mal, estas mal
(21:44) - M A D A M E: y lo re minimizas
haces de cuenta qe no pasa nada
hasta qe llegan momentos en qe te sentis asi
(21:44) - M A D A M E: y qe son los momentos en los qe tendrías qe ver qe SI PASA ALGO y no minimizar mas
(21:45) - M A D A M E: blda pones una sonrisa a todo, le pones cara divina a todo, cuando x dentro tenes ganas de tirarte x un puetne (x asi decirlo)
eso te parece qe estar genial?


:D
ahí está la respuesta?
ya sabes, simplemente prefiero no decir nada más, parece. esto suele pasar a veces.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Acuarela del impulsivo amor.

El amor se desató en las alturas de los matorrales, en el complejo lugar hermoso al que no esperábamos llegar.
El poco alcohol que traíamos encima y el deseo de amarnos nos enlazó con la brisa cautelosa, y nuestros besos y caricias se pronunciaron al seguir la melodía de la pasión desenfrenada. Nuestros cuerpos ya no tenían control alguno, solo éramos nosotros, lo verde de las hojas, la excitación de la altura y de estar rodeados de gente con solo bajar un par de pasos, o de simplemente resbalar al pisar las hojas suicidas de los árboles en otoño.

domingo, 9 de mayo de 2010

La noche del ocho del cinco del dos mil diez a las tantas de la madrugada. (ya era el día de la madre).


No había nada por hacer, ya no había más nada. El tiempo estaba perdido, el cronómetro empezó antes de lo previsto y claro, ella estaba ahí sin darse cuenta. Enfiestándose la vida, gastando el alcohol a donde fuera a parar, gastando el andar, gastando las zapatillas de siempre que poco a poco tocaban el piso ya. Gastando lo poco que había en ella y sin embargo no sentía nada. No concebía del desprendimiento de su alma.
En la reconciliación con su dolor solo logró ahondar más en el desconsuelo que sin razón tocaba el timbre de la estructura arquitectónica más utópica posible.
Las flores estaban secas en aquel jardín por el cuidado especial que ella les daba. Las rosas ya no contenían pétalo alguno, y sin embargo las espinas estaban más perpetuas que nunca. Cada día ella se asomaba por la ventana a ver si más de alguna crecía, pero no. Luego entendió que si les decía algo lindo para sus oídos invisibles quizás podían dar un poco de luz a su vida y así dar paso a su crecimiento despampanante.  Pero claro, las flores son tontas y sí logran sentir incluso inevitablemente más que ella.
Ya no puedes regar las semillas con tus lágrimas – dijo el cielo gris que empezaba a mezclarse todavía más con el negro-. No pueden hacer oídos sordos. No quieren escuchar tus vocablos deficientes de amor, no quieren verte más con los párpados hinchados de tanto dejar correr la llave de tus ojos tan reconocibles, ni aunque el agua se corte dejarán de sentir lo que dentro de ti ocurre.
Sabes? Ellas tienen la respuesta pero están tan marchitas, tan tristes como tú que no te pueden dar nada más que sus espinas. Sí, justamente esas que al llover dejan colgando una gota que suena al caer en la poza que han ido dejando ser - decía el cielo tornando a crear una tormenta.
El cielo conocía perfectamente cada movimiento, cada gusto, cada lamento de ella. Sabía perfectamente que las tormentas tanto como ayudarla a levantarse también terminan por animar su arruinar, pero esa era su última arma a utilizar.
Caían las primeras gotas heladas que se dieron paso a situarse en su rostro, y ella solo atinó a estirarse en el pasto seco que clavaba como cuchillas en la espalda. Ya que su interior estaba sangrando no se percató que su cuerpo perdía la sangre que no alcanzó a salir en aquellos tiempos de automutilación.
Pasaba el tiempo y la lluvia se hizo presente. Se recalcó aún más al haber truenos inmensamente holgazanes que no electrocutaban ninguna parte.

Quiero esconderme – dijo ella – (…), estar bajo la tierra infértil de los cementerios más decadentes del mundo, estar y sin embargo no estar en las cenizas que el viento sopla sin ímpetu, perderme entre la brisa del frío más helado, no llegar a ninguna parte ni aunque llegue al lugar que siempre me abrazaba únicamente al traspasar las rejas que separaban el paraíso del infierno. Simplemente me he equivocado al nacer, no es fácil de entender, nadie lo quiere comprender y es por eso que ahora mis huesos y mi carne están postrados en este suelo donde las hormigas terminan por devorar lo poco que queda de mi como ser- dijo ella al dar el último suspiro de cansancio en la nada; al abrir ojos y simplemente notar que estaba en el lugar de donde nunca ha podido zafarse. Y por desgracia el llanto se fue de la mano con la melodía que siempre toca un milímetro de algo que queda ahí.
Pero parece que amo.

sábado, 8 de mayo de 2010

qué deberías...


No sé cuál es tu fin en cuanto a tu vida, cuál es la razón de tu existir. Ya te diste cuenta que amar tiene como fin el sufrimiento. Ya sabes que todos corremos contra el tiempo, que la gente guarda veneno en sus corazones, que son rencorosos, orgullosos, amables, perjudiciales, todo.
Que la sabiduría no nace de leer mucho sino de la experiencia misma del ser, que el amor verdadero es aquel por el que das todo y sin embargo sientes que te falta, aquel por el que solo quieres la felicidad; que la amistad es lo esencial en esta vida, que el amor universal es el más real y más mortal, que la familia es importante.
Qué más?
Que los medios de comunicación son factores de la vida, que la muerte no es un mal, sino un bien, una liberación sobrenatural del ser. Que el cariño más preciado es aquel que no pides y que llega solo, sin tocar la puerta ni un llamado de teléfono, que lo material desvirtúa el aprecio de verdad; que en la vida no hay capítulos que no se puedan cerrar sino mentes que no se pueden sanar, que el amor más grande no es aquel que perdura en el tiempo sino el que no se pierde de su ruta, que sigue una sola dirección aunque a veces pierda el sentido de la orientación.
Que más deberías saber?
Que la vida es un abrir y cerrar de ojos todo el tiempo, que el sueño es el descanso más sano y más deseado de los mortales, que hay placebos en la vida que se vuelven adicciones personales y que pueden ser compartidas a cientos de kilómetros de distancia de la misma vía fatal. Que la gente suele juzgar sin conocer, que la belleza es algo más del ser, y que lo interior es lo único que debe importar, que hay que perdonar al corazón y así sanar al amor. Que los recuerdos no atormentan sino que el individuo donde suele vivir con un pie en el pasado y otro en el “presente” no supera situaciones y al recordar, rememoran el momento tal cual, con sus olores, sonidos, colores y sombras escondidas y producidas no solo por la luz artificial sino también por el andar que se hace lento y que no puede evitar cargar con un peso de más.
Que más deberías saber antes de morir?
Que no amo por amar sin más, que amo por sentir, por llorar, por no controlar mis sentimientos, por el stay free del alma, por mirarte y sentirte cerca aunque estés a dos dígitos de kilómetros. Que el alivio del alma se siente al desahogar todo el reciclaje guardado por si acaso, conversar y al respirar una brisa pasajera que toma el avión para no volver más.
Al conquistar encuentros improvisados que la mente rompía a pedazos en la proyección del hoy al futuro. Y por último que no tengo el poder de ninguna bola mágica, y que tampoco existe una de ellas, que hoy soy yo aunque hace mucho me haya perdido entre mi imagen y otra confeccionada sin la sutileza que aguarda el cerebro. Hoy aprendí y ahora solo me queda poner en práctica todo aquello que sé y que no voy a perder.

por qué de nuevo no encuentro esto en mi? por qué!

nadie le escapa al tiempo.

nadie le escapa al tiempo.
si al final sólo trasciende lo que sos.