sábado, 27 de noviembre de 2010

i don't understand.

Por más que intente entender la cronología de mis acontecimientos sublevados, de mi palpitar descontrolado no lograré comprender mis pocas ansias de libertad, de sentirme liviana avanzando por las calles de la ciudad, flotando, casi sin sentir que el resto está.
Puedo avanzar mil pasos que me parezcan normales, pero se retuercen entre si mismos. Casi pareciera que siguen un ritmo algo quebradizo. 
Miedo al andar.
Ese miedo que se ha encargado de bloquearme los pensamientos y hasta mis dedos teclines, que eran como pequeños saltamontes que se escabullían entre la multitud-. Se asemejan un poco a un ente opresor, algo que no puedo ver, que me reprime los movimientos y me vuelve un ser tiritón con latidos ascendentes a un paro cardíaco.
Ojalá los dedos maquina de escribir vuelvan, y que los pensamientos no tomen el equipaje nuevamente, mira que el pasaje de esta vez, por suerte, salió un poco más barato que la otra vez.


lunes, 22 de noviembre de 2010

Quizás no sea tan mala idea.

A veces llega una idea muy absurda que es...

Quizás no sea tan mala idea morir para que al fin alguien me recuerde.

Sí, una absurda y tonta idea pero que no para de rondar por mi cabeza, una y otra vez, repetida veces.
Yo también me puedo cansar de extrañar, otros también pero qué sucede cuando se lo dices tanto, tanto.. que te parece que no te llega ninguna respuesta después de ese "te extraño", sino nada más que una simple sonrisa o sino la nada misma. El vacío multitudinal. El silencio de siempre que ataca como cuchillas directo al corazón, mandando mensajes subliminales al cerebro, algo monstruosas y bastante profundas. Atacan y atacan.
Te cansas.
Ya me cansé pero pareciese que realmente mis dedos no pararan de buscar las respuestas, o el fin necesario para que me harte definitivamente de extrañar.

La Deno no aguanta más.

Ya pareciese que soy una masoquista de mierda que nunca se cansa de extrañar. Que se deja arrastrar hasta al fin volver (o aparentar) ser lo mismo de antes.
Y es que no siempre las cosas volverán a ser las mismas. Es demasiado complicado todo, y no sé si soy yo la que se complica la vida, o acaso será que las espinas vienen solas hacia mi?
Dicen que hay que pegarse mil porrazos para entender, pero parece que a mi no me sirve eso porque estoy hinchada, llena de moretones, de caídas fuertes que me he pegado.
Seré una inconformista de mierda que no asume haber perdido, de nuevo?

Pero estoy HARTA de intentar.
Una vez que me pidieron volver no pude, las circunstancias no me lo permitían. Además no es bueno volver con una nube gris que no para de lloverte sobre tu cabeza
Preferí decir No, pero ahora intento volver y las cosas no marchan. Ya no.
Todo se perdió.

viernes, 19 de noviembre de 2010

las distancias se nos van a la mierda.





Eres tú... 
y en eso las distancias se nos van a la mierda. Lejos, bien lejos, donde no las podamos ni tocar.
Todo mientras los brazos desearían ser los más elásticos para podernos abrazar.
Donde rodeamos a las rutas, las pintamos de arcoiris y las hacemos nuestras con solo compartir juntos el asiento del bus. 
Donde el adiós no existe, donde el tráfico es un acompañante más de nuestro grato viaje, y la música algo parlante para el preciso momento.


Y los ojos se cierran mientras el paisaje parece ir cada vez más rápido y tus brazos se tornan más tibios alrededor de mis hombros fríos, como el perfecto conductor de calor, logrando templarme el corazón.
Donde el precio del pasaje traspasa una barrera imposible de safar. Solo por tener un poco más de tiempo para ir de la mano. 
Con eso nada más puede importar.





Antonella Antagonista de todas las vidas.

Cuando tu vida es la antagonista de la vida de otras personas, y de la tuya, empiezas a ver todo de afuera. De alguna manera tu cuerpo logra desdoblarse y ya casi ni sientes los golpes de tu corazón; ya casi no respiras por ti sino que te ves vivir, existir de alguna extraña manera. 
Tocas tu mano, intentas entrar pero pareciese que fueras un fantasma porque ya no logras integrarte en tu mismo cuerpo, ese que tanto daño le hiciste y que sigue sin sentirse recuperado. Que tiene un dolor palpable, y heridas sin cicatrizar del todo. 
Recuerdas que el vacío te producía felicidad, y que el estar plena era un simple desgaste más, un hecho desgraciado que ya no querías recordar. Todo mientras las mismas canciones tristezas sonaban por cada rincón de la habitación.
Todo pasaba mientras sentías todos los golpes ir y venir, y ya casi ninguno dolía más que el otro, simplemente sabías que estaban y que parecían querer vivir ahí por siempre. Comprar su casa e instalarse ahí, dentro del alma, donde más duela.


Seguías siendo la antagonista de la historia, siempre en la oscuridad, queriendo aparentar cosas que no eran, la falsa felicidad. Mientras las noches eran de varios cafés para calmar el alma, y sobretodo la ansiedad.


A veces simplemente cuesta reintegrarse en el mismo cuerpo. Te pierdes, te encuentras pero te vuelves a perder donde el lugar te parece tan distinto y tan ajeno a lo que era antes.



viernes, 12 de noviembre de 2010

Cansada de restar.



Las cosas ya no son las mismas. Duele, pero de repente igual me gusta.
No todo sigue su ritmo, a veces se pierden para volver con más fuerza y a veces simplemente ya no vuelven.
No distingo el ritmo que llevan.
Estoy cansada de que mi camino vaya restando personas, y que mi vida sea una maldita ecuación jamás resulta de álgebra.
No creo que alcance a terminar un magister para al fin poder descifrarla y así encontrarle un resultado lógico a todo esto, con unidad de medida limitando en los parámetros de la muerte.


Ese puede ser un gran final.



lunes, 1 de noviembre de 2010

Y si realmente existe su Dios por qué los trata así?

(Me tocaba entrar a mi, recorrer los pasillos extensos, que siempre huelen a desgraciadas, a dolor ajeno, a ese olor tan particular de un hospital que nunca me ha gustado sentir. Las personas iban y venían, tristes, algunos más contentos, al parecer. Quizás no solo de malas noticias se sabe en ese lugar.
No sabía bien por dónde ir, ni cómo iba a llegar, solo caminé e intenté llegar a su cuarto.
Entré a un lugar, decía "pacientes críticos". Habían muchas personas, sin embargo logré reconocerte al instante, descansando, durmiendo tal vez, aunque estabas dopado. Me costó saber si realmente eras tú o no. Asimilarte así fue una punzada directa al corazón).
Èl sufre aferrado a una cama de hospital, hoy una clínica que está lejos de acá. Amarrado a sus movimientos inquietos. Aferrado a su mirada perdida, a sus lágrimas constantes de frustración, de dolor, de impotencia por estar ahí, así, enfermo. Reconociendo con lentitud el pasado reflejado en personas, en rostros que cuesta mirar porque el corazón pareciera que se va a salir y que el llanto será imparable.
Tus latidos iban subiendo y bajando, tu ritmo cardíaco me preocupaba. Temía a hablarte con el miedo de empeorarte.
Nunca pensé que fuera tan difícil ese momento. El decirte "Hola" entre ese silencio tan incómodo que es, a veces.
Te tomé la mano, y el corazón ya casi se me salía. Te dije Hola - y la voz parecía romperse - No alcanzaste a notar que te hablaba asi que intenté de nuevo. Intenté tres veces y recién ahí pudiste abrir tus ojos lentamente. Me miraste de alguna manera y me dije "Hola Denzxcvb". Al menos pudiste reconocerme, y eso me hizo muy feliz.
Al menos ya habías abierto los ojos, aunque no querías ni mirarme por el miedo a romperte frente a mi, frente a todos.
El corazón a veces llega a la garganta, sientes ese latir inconstante, que se acelera cada vez más. Ese nudo en la garganta, y las lágrimas apunto de demostrar su presencia de manera caudalosa.
Aguanté, siempre hay que mostrar fortalezas frente a alguien que se encuentra más débil que uno.
Te hablé un poco, pero luego no lo pude soportar más. La visita solo había sido de unos 3 minutos. Salí de la sala de pacientes y me largué a llorar. Luego caminé intentando no romperme más. Me sequé las lágrimas demostrando ser algo más fuerte que el resto.

nadie le escapa al tiempo.

nadie le escapa al tiempo.
si al final sólo trasciende lo que sos.