cuento los segundos de cada bocado y a veces sumo para no pasarme del límite.
los totales me siguen y el miedo a la cifra me cuela en el alma.
mis verdades me invaden y las confusiones producen una dualidad que me cuesta quebrar.
el viento que sopla ya no me toca, no me estremece como antes, no me parece reconocible, y le temo a lo que me parece desconocido después de ser conocido, hasta propio a veces.
las mentiras de mi pasado me atormentan, me persiguen para cambiar el presente, me suplican con una voz fugaz. me piden y piden pero no entiendo.el viento que sopla ya no me toca, no me estremece como antes, no me parece reconocible, y le temo a lo que me parece desconocido después de ser conocido, hasta propio a veces.
pierdo capacidad. pierdo exactitud. pierdo las certezas.
entonces en qué o en quién puedo confiar.
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