sábado, 17 de abril de 2010

Contigo siempre estoy...

Si no estoy no es porque no quiera estar, es que las circunstancias no me lo permiten.
Si lloro fíjate bien, no es de felicidad, es porque recién mi alma ha explotado y ha querido vaciar ese liquido atorado que se hacía cada vez más insoportable ahí adentro.
Gracias por ayudarme, por demostrarme una vez más que no sirvo como amiga.
Gracias por hacerme ver que todavía sigo mal, incluso peor a lo que alguna vez creí; por recordarme que las pastillas estan en el espacio que hay entre mi cama y la ex puerta de mi pieza.
Gracias por hacerme recordar el precio de las gilette. Parece que me hacían falta.
Parece que son las únicas cosas que por siempre tendré, aquellas que no me hablan, que no me reprochan, que no me piden nada a cambio de un poco de alivio, de bienestar emocional.
No solo debo agradecerte a ti, Amiga. Sino que a ti también.
No no no, no te hagas la desentendida. 
Te debo agradecer por decirme de una manera indirecta lo mucho que puedo aburrir. También por dar pie a la destrucción emocional de mi corazón. 
Gracias por volverme vidente y así desconfiar de cualquier ser, además de ya no creer en palabras bonitas.
No me di cuenta del día de nuestra despedida. Bueno pero si pasó es porque debía ser asi.
A ti te quiero agradecer por lo directa, por la buena puntería que tuviste para trizarme el corazón.
Y ahora, otra más. Aún queda el broche de oro, solo confirmar que tú ya no estás, que ya no me quieres más, que pasó lo mismo que con A. aunque contigo fue distinto, eras especial, demasiado quizás. Solo me queda confirmar que todo lo que me decías no eran más que un conjunto de palabras que como frases sonaban bonitas.
Es solo cuestión de tiempo para que la frase "estaré contigo siempre" se convierta en un "hasta nunca".


Ves?, ahora te das cuenta, al final siempre estas sola, sola sola.
Bye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

nadie le escapa al tiempo.

nadie le escapa al tiempo.
si al final sólo trasciende lo que sos.