Estos malditos escalofríos posteriores de un mal entendido me tiene con las manos congeladas sin ganas de teclear casi.
Estos malditos ojos que a cada rato quieren abrir la llave del caudal, me tienen con la cuenta del agua con deuda millonaria.
Estas malditas manos que no paran de expresarse me hacen feliz porque al menos existe una manera de desechar la desesperanza.
Este corazón a veces debería dejar de latir, pero si fuera así seria un tanto mortal, puede ser.
Al menos si quedara en coma quizás no lo sentiría tanto, quizás.
Las películas dicen otra cosa.
A veces estar en coma lamentablemente no nos evade de seguir caminando y pretender que estamos ahi, viendo las mismas calles, las mismas caras y escuchando los mismos silencios.
ResponderEliminarUn beso enorme :)
Ese corazón tiene mucho por que latir. Esa desesperanza será esperanza mañana. Esos ojos sabrán ver las más hermosas maravillas. Esas manos te ayudarán a aferrarte cuando sientas que vas a caer.
ResponderEliminarY esos escalofrios solo los sentirás cuando no te atrevas a conocer lo que hay detrás!
Love you mosca!