domingo, 19 de septiembre de 2010

La verdad es que no hay verdad cuando abres los ojos. Las manos te sudan, el cuerpo te pesa y el cosquilleo de siempre se apodera de ti, te vuelves una esclava de la desesperación.
No sabes si lo que viviste realmente fue tal, o un simple sueño más. 
Te refugias en las pruebas, en los hechos, algo que te guíe al episodio, pero no tienes nada. Y solo puedes recrear la actuación en tu mente. Es como un sueño, una pesadilla o algo que pensaste y se te escapó de las manos.
Como siempre, todo se te escapa de las manos y termina a kilómetros lejos de ti, debajo de una piedra o donde sea que no lo puedas hallar. Es tan así que ya no sabes si estas escribiendo o estas soñando un sueño más, o si tal vez estuvieras viviendo en un coma permanente que parece nunca acabar.


Y lo peor es que a veces te gustaría que fuese un sueño y nada más; y muy pocas veces que sea real.

1 comentario:

  1. y para que querrias que sea un sueño?¡
    mejor vivir la realidad, e irla modificando
    asi lo que vivis es mas a tu gusto
    y no tan a disgusto
    no?
    :)
    TE AMOO

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nadie le escapa al tiempo.

nadie le escapa al tiempo.
si al final sólo trasciende lo que sos.