sábado, 16 de octubre de 2010

Pasajeros del mismo caminar.

Siempre deberían haber nuevas ideas, hojas secas en el suelo que se retuerzan al pasar, las venas de los árboles resplandecientes en pleno despertar, pájaros cantando, gritando sus utopías un día más.
A veces no basta una fotografía de las flores para saber que no será un buen día para tomar fotos, o que la ruta se torne azul para notar la frialdad de los pasajeros y de nuestro paisaje que pasa ante nosotrxs como un gamulán.
A veces no falta con solo mirar, sino también sentir, tocar, respirar el pasto verde de los suelos ajenos que en el fondo son de todxs porque aquí no vale la propiedad. 
A veces no faltan que los sonidos te abracen mientras la almohada no se quiere alejar de ti.
A veces no basta que las cenizas no dejen de existir porque siempre estarán ahí.
Ahora bailas entre las melodías, y los pentagrámas viajan en el camión con ruedas de naranjas y con alas de zancudo, aquel donde los pasajeros somos todxs; donde no hay fronteras, donde todxs van a donde quieran, y en donde la realidad no tiene parámetros para no poder caminar por encima del mar, mientras siempre haya armonía y lealtad.

Total, siempre sabrás cómo llegar.


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nadie le escapa al tiempo.

nadie le escapa al tiempo.
si al final sólo trasciende lo que sos.