Scars define me.

Cuando te estas cortando la vista se te nubla, casi no piensas en nada. No te mporta si tienes el instrumento limpio o no. El momento es tan rápido, tan impulsivo que no da a paso a nada más.
No se te pasa por la cabeza las consecuencias. Con suerte te importa si sagras mucho o no, sabiendo que el corte será profundo esta vez, u otra vez más. Ni piensas en la marca que te dejará ni en los métodos para taparlo.
Cuando te estas cortando no te importa cuantos cortes sean, lo único que piensas es sacear esa sed, las ganas de verte sangrar, de sentir un dolor más fuerte que el que repercuta tu corazón, y que tu alma hace gritar. No piensas en nada más que en aliviarte hasta decir basta, y ese basta a veces parece no llegar jamás.

El primer corte es la puerta al infierno y la constancia del hecho.

Mientras te cortas los pensamientos fluyen como una metralleta sin control, piensas en algunos pero no te basta. Todos estan en contra de ti y te quieren ver sufrir.
Las letras no tienen limite donde acabar.
Cuando tienes el filo en tu mano, rozando tu piel, te invade un escalofrío intimidante. La mente diciendo que pares, pero la mano mandando todo movimiento, y el desangramiento empieza a notarse. La sangre corre, renace el deseo de morir tan puro, tan cercano pero tan lejano también que en cosas de minutos ya debes acabar con el show y taparte el corte y evitar que alguien lo note.
Para después volver a lo mismo porque tu pecho ya no soporta más dolor y tus brazos gritan una profunda pena irreversible contra viento y marea.

"ya no puedes tapar las heridas, están lo suficientemente abiertas, y el túnel que te llevaría de vuelta al pasado está lo suficientemente dañado y frágil, amenaza con quebrarse y perderse para siempre.
ya no puedes volver atrás".